¿Cómo saber si un vino no está en 
buenas condiciones?

Cuando hablamos de un vino hay que tener en cuenta un detalle esencial, estamos hablando de un producto natural elaborado a partir de la fermentación alcohólica del mosto que se obtiene de la uva. La naturaleza del vino es un condicionante importante que debemos tener en cuenta a la hora de juzgar si un vino no estuviese en las mejores condiciones. Cualquier error en la recolección, la elaboración, envasado o almacenamiento, así como los materiales utilizados, pueden influir de forma notoria en las propiedades de este líquido, afectando considerablemente a su sabor y aspecto. Por lo tanto, pueden ser muy variadas las causas por las que un vino se acabe estropeando y lo haga difícil de discernir. A continuación te daremos tres de los defectos más comunes que suelen afectar a las propiedades  del vino.

 

Vino picado o con gusto avinagrado

 

Es quizás uno de los defectos que podamos detectar con mayor facilidad, tanto por su fuerte olor a vinagre como por su sabor agrio. Este defecto se produce por la entrada en exceso de oxígeno en la botella debido, entre otras causas, a un corcho defectuoso o que se haya degastado con el paso del tiempo.

 

Vino con gusto a corcho

 

Otro defecto habitual que podemos encontrar en el vino es al característico olor a corcho o moho. Este se debe generalmente a la contaminación de la madera ya sea del corcho de la botella o de las barricas debido a la elevada humedad que suele imperar en el interior de las bodegas.

 

Vino con olor a huevos podridos

 

Se produce por el exceso del sulfuro en el vino y que debe eliminarse durante el proceso de elaboración.El ácido sulfhídrico presente en el vino puede provenir de la propia uva por los sulfatos utilizados para proteger los viñedos o del aditivo usado durante el proceso de elaboración como antisépticos para evitar la presencia de bacterias y microbios.