La mejor forma de apreciar un vino, es activando todos los sentidos.Para saber degustarlo y resaltar cada una de sus cualidades hay que seguir los siguientes pasos:
Vista
El color del vino en el borde de la copa inclinada nos da una primera información sobre el color, intensidad, matiz y transparencia del vino.
Olfato
Se inhala profundamente, primero sin mover la copa, luego, girándola para que se volatilicen los aromas más complejos. Analizamos persistencia, intensidad y calidad de los aromas. Evaluamos de esta forma si el vino posee tipicidad y complejidad varietal.
Gusto
Se toma un sorbo y mientras el vino permanece en la boca, se absorbe aire y se lo hace burbujear. De esta forma se evalúa el ataque (gustos dulces), la acidez, el equilibrio, la intensidad de boca y la concentración de aromas y sabores.
Tacto
Se retiene por un momento en la boca para percibir la estructura y temperatura del vino.
Oído
El descorche, el vino bañando la copa y el sonido del brindis chocando apenas las copas,son los principales estímulos que recibe este sentido.