Desde sus orígenes y hasta nuestra actualidad, consumidores, enólogos, distintas personalidades ligadas a la vitivinicultura quienes utilizan una serie de parámetros (el equilibrio, la longitud del vino, la profundidad, la complejidad, la tipicidad, entre otras) para definir cómo de bueno es ese vino, se preguntan lo siguiente;
¿Cuál es el mejor vino?
Lo definiremos de una manera sencilla ya que estamos convencido de ello: Es aquél que le permite soñar y le acaricia el alma al disfrutarlo, pero más allá de esto, fundamentalmente, el que se comparte con los afectos porque le daría alegría a su corazón por haber disfrutado ese grato momento.
Sensaciones hay muchas a lo largo de la vida, pero momentos únicos muy pocos, no dejemos que la vida pase sin darnos cuenta, sino vivamos cada momento.