¿Por qué encontramos sedimentos 
en las botellas de vino?

Llamamos sedimento a cierta clase de depósito cristalizado en la base inferior. Aunque depende del tipo de vino, de si es un vino tinto o blanco, o si es un buen vino o no, en general es bastante común, y proviene de las etapas más tempranas de la elaboración del vino. Lo cierto es que los sedimentos del vino son algo completamente natural y de lo que no cabe preocuparse. Más aún, el sedimento  es en general un signo de la buena calidad del vino. El sedimento puede formarse  simplemente en la botella durante el proceso de fermentación o de maduración. Algunos tipos de vinos son más propensos  a desarrollar sedimentos, mientras que en otras raras veces se encuentran. El sedimento consiste en células de levadura muertas, proteínas, trozos de racimos y restos de piel de la uva, entre otras materias solidas que se han asentado en el fondo de los tanques utilizados para la fermentación. Luego pasa por el proceso de clarificación, en que el vino es filtrado al pasarlo desde los tanques de fermentación hacia las barricas, toneles o simplemente a la botella. Cuanto mayor sea el tiempo en que el vino esté en contacto con el sedimento inicial, mayor será la complejidad y el carácter que adquiera.